martes, 9 de abril de 2013

No me gusta el fútbol.

Y después de este título tan… ¿provocativo? vamos a explicarnos. El fútbol, cómo deporte, en realidad se me es indiferente. No le veo ningún atractivo a ver a 22 tíos persiguiendo una pelota durante hora y media. En realidad, creo que es algo aburrido… En un partido tipo, apenas pasa nada, excepto durante los 30 segundos de éxtasis por el gol marcado… Aburrido, como ya digo. 

Mi problema, en realidad, creo que no es con el fútbol. Total, con no verlo tengo bastante… Mi problema viene con toda la parafernalia montada alrededor del “deporte rey”. Con secciones deportivas en los noticiarios que duran casi más que el propio noticiario dedicadas al balompié. Con el estatus de figura mítica, de ídolo, de… que obtiene alguien por pegarle patadas a un balón con más o menos gracia. Gente, a veces, con los que no puedes mantener una conversación interesante, por ser más simples que el mecanismo del botijo. 

Mi problema está con el estatus conseguido por un deporte “mayoritario”. Que por ser mayoritario, se le permiten cosas que no se admiten en otras circunstancias. Cómo por ejemplo violar todas las normativas establecidas sobre ruido en horario nocturno si tu equipo gana ese partido importante. Y quéjate encima… O intenta imitar ese comportamiento ofensivo con un deporte minoritario o con cualquier otra afición. Cómo digo siempre, si yo me liara a trompetazos cada vez que mi autor favorito publica un nuevo libro (cómo ahora, que por lo visto Pratchett publicará una nueva novela de Mundodisco!! ) a los 5 minutos tendría a los Mossos en la puerta de casa. Y una multa por escándalo. Pero si lo hace mi vecino del 4º, insultando de paso a voz en grito a toda la afición rival, ¡no pasa nada! ¡Alegrémonos todos porque un tío que cobra una millonada ha hecho su trabajo y cobrará un plus por ello! Si cada vez que yo hago lo que me toca en mi curro tuviera que abrir la ventana y gritar, y además exigir un extra, estaríamos todos los días con las ventanas abiertas y gritando… 

Además, el hecho de no disfrutar de este deporte te convierte en un bicho raro, en una minoría. Si tú dices que no te gusta el esquí, no pasa nada. Si afirmas que ves el tenis como algo aburrido, la gente incluso te entenderá. Pero diles que, por ti, Barça y Madrid podrían descender a 2ª división. Que oye, si tiene que ganar alguien, que gane ese pobre equipo que no gana nunca pero sigue luchando. Las miradas que recibirás irán desde la incredulidad hasta el odio. [b]Tiene[/b] que gustarte el fútbol. [b]Tienes[/b] que ser del Barça o del Madrid. Si no, es que estás muerto por dentro o algo peor… Es más, según en qué círculos, que no te guste el fútbol (o uno de los equipos mencionados arriba) te convierte prácticamente en un un anti-patriota, y si te gusta el equipo contrario “al que toca”, un facha o un nacionalista extremo, dependiendo de la zona. No puedes ser catalán si no eres del Barça. Y si eres catalán y te gusta el Madrid, está claro que eres un facha rancio derechoso… A la inversa supongo que se aplica igual. 

Cómo digo, mi problema no es tanto con el deporte (que no deja de ser algo sano de por sí, sin tantos “aditivos”) si no con la afición. Con las circunstancias que rodean el deporte rey. Con el hecho de que los mejores días para ir al cine o a un restaurante sea cuando hay un partido importante. Con el hecho de que el país se pare por un balón. Con el hecho de que haya gente que se conozca las alineaciones históricas de su equipo, pero sea incapaz de recordar el nombre de los presidentes españoles de la democracia. 

Así que, cómo colofón, supongo que si fuera sueco mi problema sería con el esquí; si fuera norte-americano, con el beisbol, el fútbol americano o el básquet (según la ciudad); si fuera indio, con el cricket. 

Mi problema es con la gente que intenta imponerte su afición sin preguntarte, sin respetarte. 

Pero, además, a mi no me gusta el fútbol…

4 comentarios:

  1. Talmente deacuerdo, aquí se suma otro que el "jurgol" y sobre todo lo que se ha montado alrededor... una pena porque creo que no está aportando nada positivo a la sociedad.

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  2. Gilipollas, gilipollas everywhere amigo Sancho, en especial en lo que comentas de las ultimas lineas, si, el ser del que no toca te convierte en lo que mencionas por obra y gracia de los descerebrados fumboleros.

    Fijate que, si teniamos pocos periodistas anormales con los Manolos y los de Telecirco donde "deportes" quiere decir solo Barsa y Madrid (no ya ni fumbol a no ser que jueguen en Europa que sacan el nacionalismo mas rancio y payaso), ahora La Sexta saca ese patetismo de Los Jugones, rizando el rizo con una tertulia de analfabetos disfuncionales gritandose...

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  3. En la secundaria (a los 14 o 15 años) como no me gustaba el futbol mis compañeros me colgaron un equipo, entonces todos los días me preguntaban por mi equipo, yo los miraba como cuando pasan una caricatura rusa de los ochenta, entre perplejo y asombrado, pero ellos insistían, si al equipo le iba mal ellos se burlaban de mí... yo los veía igual.

    Así de anormal se les hacía que no me gustase el fútbol, y hasta la fecha me disgusta, pienso exactamente igual que tú.

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    1. Hector, creo que lo tuyo es lo más raro que he visto nunca... O_o

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