miércoles, 28 de diciembre de 2011

Saint Seiya Hades, mi opinión

He escrito esto en 80anime, y como me ha quedado tan largo y me he desahogado tanto he decidido compartirlo también por aquí...

El año pasado (¿o ha sido este?) me volví a ver Caballeros del Zodíaco. Del tirón. Me la ponía de fondo mientras pintaba, y así no "perdía" el tiempo. La disfruté igual que de crío, y me quedé con ganas de más. Así que me puse a bajar la Saga de Hades. Pero como me la bajé en VOS, no podía hacer otra cosa más que verla, así que la dejé aparcada hasta hace un mes o así...

Todo lo que siguen ahora son spoilers de la muerte mortal ;)

El caso es que el dibujo había mejorado mucho. Líneas más limpias, trazos más suaves, se notaba que era un producto de este siglo y no algo de los 80 como los primeros Caballeros. Pero en la historia encuentro cosas que no me acaban de gustar... Voy por la mitad de la segunda saga (Infierno), y de momento puedo resumir el argumento en:

- Los caballeros de Oro se mueren.

Pero con mirarlos, hoygan!! A Tauro ni siquiera se ve como lo matan, y luego a algunos de los otros... Se supone que son los caballeros más poderosos de todos (aunque no creo, esos son los protas xD), pero es que no lo demuestran. Los únicos que hacen algo son Virgo, Leo y Libra... Y aunque me ha molado ver luchar a Aries (mi signo), la verdad es que las batallas han sido decepcionantes. En sus inicios, los caballeros se pegaban golpes y patadas. Su cosmos les permitía moverse más rápido y dar golpes tan rápidos que parecían imposibles, o controlar una cadena, o... Ahora, lo que hacen es lanzar rayos. Están quietos, hacen su pose, gritan un poco y lanzan rayos. Y el enemigo tiene dos opciones:

a) Se muere. Si es uno de los 108 espectros, y de los facilones.
b) Se levanta como si nada. Si es un caballero de Oro "importante" (Saga o su hermano Kanon, básicamente) o uno de los 3 jueces.

En el caso b), hay un intercambio pirotécnico más o menos importante, y al final también muere uno xD

El caso es que Seiya and Co, después de luchar contra los caballeros de oro (y vencerlos), contra Poseidón, contra Odín... deberían ser más fuertes. Pero no. Los apalizan en cada combate. De momento, creo que sólo han derrotado a un par de tipos... Contra el resto, han venido otros caballeros a salvarlos. Generalmente, de Oro. Como debería ser, se supone. Pero claro, es que esos chavales a los que acabas de salvarle el trasero casi sin moverte ya te habían derrotado una vez, Kanon de Géminis.  :roll:

Creo que sufren del síndrome "Son Gokuh". Su fuerza real está escondida (todos recordamos a Vegeta y al calvo aquel con sus visores mirando como crecía la energía de nuestros héroes, verdad?). Pero que mientras que Gokuh and Co. era algo premeditado, y concentrándose podían llegar a sus auténticos niveles de energía (y hacer que les creciera el pelo, de paso), aquí tengo la sensación de que Seiya y colegas (esa panda de greñudos, que decían en el Paladines del Horóscopo), suben de nivel por la vía del martirio. Tienen que pegarles mucho para que enciendan su cosmos. Y estoy convencidísimo de que, en el momento en que lo hagan, matarán al malo de un golpe. Y este morirá con una cara de sorpresa, mientras piensa "¿cómo es posible que un simple Caballero de Bronce tenga semejante nivel de poder?".

Además, esta saga es más culebrón todavía que las anteriores. Laaaaaargas conversaciones entre oponentes, se cuentan su vida, se prometen odio eterno, lloran por sus hermanos perdidos, gritan "Atenea" y tal... para luego, en 10 segundos, matar a su oponente. ¿Para eso hacía falta tanta palabra, hombre?  >_<

Luego tenemos el tema de la moda. Sí, esa que implica que aunque tu armadura tenga un casco hipermegafuncional, no vas a usarlo, porque queda más cool ir con la melena al viento, que aquello parece el casting del Pelo Pantene... Si era algo que ya se intuía con las evoluciones de las armaduras de los Caballeros de Bronce, en esta saga ya es algo cansino. Porque a Seiya se le cae la diadema (sí, que pasa, va con diadema... pero él es mu macho, eh!!) de un golpe y cuando matan al malo (otro, no él) no se le ocurre agacharse a cogerla. No. Total, ¿para qué? No es que vaya a protegerle mucho de los golpes... ^^U ¡¡Pues por respeto, cazurro!! Esa diadema tiene parte de la sangre de atenea. Además, que la necesitarás para montar la armadura cuando no la uses, no? Luego la irás buscando...

Y ya que he pillado ritmo, voy a seguir criticando. Shun es Hades, por cierto. Como mínimo, hasta donde yo he llegado. Así que el llorica de Andrómeda es la reencarnación de otro dios. Y que nadie se ha dado cuenta hasta que el chaval no ha bajado al Inframundo a... ¡¡matar a Hades!! Con lo nenaza buena persona que es, seguro que es incapaz de cortarse siquiera el pelo... En el capítulo al que yo he llegado, acaba de llegar Ikki, el Fénix. Yendo a su bola, como de costumbre. Con armadura tuneada, diría, aunque no sé por qué; a él el Patriarca Shion no le ha bañado la armadura con sangre de diosa... Por cierto, ¿cómo ha sabido que tenía que ir al Inframundo? Y, más importante, ¿quién le ha dicho que tiene que despertar el 8º sentido para no morir en el intento? Pero lo mejor es la chulería que tiene. Llega y empieza a zurrarse con los 3 Jueces. Uno de ellos había matado a 3 caballeros de Oro, y ahora estaban 3 contra Kanon... Bien, pues llega Fénix y le parte la cara a uno de ellos. No lo mata por el punto b) comentado antes, pero bueno... Y este se supone que es el flojo de los 5 protas, hoygan. Pues tal vez lo sea, pero no necesita que le partan la cara varias veces para llegar a su máximo nivel... No como otros, *cofcofPegasocofcoc*

Así que estoy un poco desencantado. No hay sangre, no hay hostias como panes. Lo único que tengo es a una panda de seres sexualmente indeterminados hablando... ¡¡Esto no es lo que me habían prometido, señores!! Estoy a ver si acabo la saga para terminarla, básicamente. Por si en algún momento el tema mejora, y dejan de hablar para luchar. Para ver si se dejan de efectos especiales y se dedican de una vez a pelear. Pero sospecho que será en vano...

martes, 27 de diciembre de 2011

Lego Heroica, primeras impresiones

 
Pues al final me lo han regalado… xD Tengo dos de los kits: el de Draida (el primero de todos, el puerto donde todo comienza) y Fortaan (la fortaleza donde todo termina). Vamos, el más sencillo y el más completo… :P

Voy a contaros mis impresiones, en primicia. De momento, he jugado una partida a cada uno de los kits. Suficiente para ver que las reglas son un buen punto de partida pero que necesitan algo más para ser disfrutables al 100%.

Pero no nos adelantemos… Vamos por partes. Iré hablando de los dos sets a la vez, a no ser que indique lo contrario…

  • El empaquetado. Pues es bonito… La caja entra por los ojos sin problemas, y consigue atraer tu vista en una estantería (así es como los conocí yo). De todas maneras, yo de esto no entiendo mucho, así que vamos a hablar de otras cosas…
  • Las piezas. Piezas lego de las de toda la vida… Sólidas, de colores brillantes, interconectables… ¿De verdad hace falta que hable de esto? xD
  • Los peones. Las fichas. Los personajes, vamos. No son los típicos muñecos de Lego, articulados y con piezas intercambiables. Son unas fichas más pequeñas, de una sola pieza, y con el frontal pintado de diferentes maneras. Creo que es un formato que han sacado para su línea de juegos, porque con el Creationary (la versión Lego del pictionary) también venía uno… Me gustaría más tener muñecos de verdad en vez de fichas, pero es que entonces la escala del juego cambiaría, obligando a ser más grande…La verdad es que mi primera intención era comprarme muñecos lego “de verdad”, que a esos les puedes poner armas en las manos, y cambiarles el pelo, y… Pero después de jugar un par de partidas, me he dado cuenta de que el tamaño que tienen ya es perfecto. Los orcos son muy graciosos, los héroes están muy detallados… y, sobre todo, con este tamaño puedes montar los 4 sets (supongo) en una mesa de comedor estándar; no tendré necesidad de sacar mi mesa de Warmachine (120x120 cm) para poder colocar el tablero encima, como me pasa a veces con el Warhammer Quest o el  Space Hulk…
  • El tablero. Una cucada, que diríamos nosotros. Kawaii, que gritarían los japos, o un “so cute” anglo… Vamos, que es monísisisimo xD Cascadas, jardines, bibliotecas, chimeneas… Todo esto, con piezas de lego, y a una escala menor que nuestros 28mm… En una superficie de juego mínima, tenemos representado un tablero que nos permite adentrarnos en el mundo de Heroica… 
  • Y lo importante: las reglas. Fáciles de aprender, y bastante simples. Básicamente, tiras un dado, mueves lo que te indique y, si estás al lado de un malo, tiras otra vez: puedes matarlo, que te haga una herida, matarlo y que te haga una herida o activar tu “habilidad especial”. Yastá. No hay más. Bueno, sí. En Fortaan tienes cofres del tesoro, más pociones (en Dradia sólo una de un tipo) y oro para comprarte armas. Pero tampoco es que compliquen demasiado nada…
Creo que no me dejo nada… 

¿Mi opinión personal? ¿La de un tipo que juega a wargames desde hace casi 20 años? Es un juego que entra por los ojos; además, el (aparente) bajo coste del juego también lo hace atrayente. Montarlo es una experiencia muy gratificante, como con todo set de construcción: ver como de la nada aparecen unas mazmorras, un bosque, etc es muy placentero.

Vamos, que es muy fácil que te lo compres. Luego lo pruebas, y compruebas que con una sola partida ya has tenido bastante; el juego no tiene per se nada que te motive a jugar otra partida. Bueno, que es bonito… pero, como he leído ya por ahí, no deja de ser una “oca con muñequitos”.

Draida, el primer set
¿Quiere decir eso que es un juego malo, que me arrepiento de que me lo regalaran y de que estoy buscando una excusa para donarlo a la beneficiencia? Au contraire, mon ami. Es un juego con mucho potencial, y que pienso explotar. ¿Qué a qué me refiero? Vamos a exponer los puntos buenos que yo le veo a este sistema de juego…

Con el sistema de reglas básico, el juego es demasiado sencillo. Nostamal, supongo, si tienes los 8 años del público objetivo, pero yo quiero algo más. Tampoco mucho más, porque ya tengo otros juegos del estilo con reglamentos más elaborados… Pero el juego tiene potencial por:

  • Impacto visual. Es un dungeon crawler donde te lo dan todo hecho; no tienes que montar figuras, no tienes que pintar figuras, no tienes que fabricarte escenografía tridimensional para hacerlo más atractativo visualmente. Y si tienes más piezas de lego e imaginación, puedes fabricarte nuevas pociones, cofres e incluso habitaciones fácilmente.
  • Estoy convencido que el juego con un DM ganará mucho. Ahora mismo, los malos son simples objetos que hay en mitad del tablero. Te acercas, tiras el dado y los matas. Si tienes mala suerte en la tirada, ellos te harán daño. Pero en el reglamento ya te vienen las reglas para que uno de los jugadores sea el DM y controle los malos. De repente, dejarán de ser estatuas para ser adversarios; eso sólo puede ser bueno.
  • Las reglas. Sí, son muy sencillas, pero también muy claras. Con un par de ajustes mínimos, el juego ganará en interés.
 Vamos, que ahora mismo, de lo que tengo ganas no es de tirar el juego a la basura, si no de aplicar una serie de cambios mínimos que harán (estoy convencido) que el juego gane mucho. Eso sí, mi intención no es complicarlo demasiado; quiero que siga siendo sencillo, que se mantenga en su nicho, pero también darle un poco más de chicha. ¿Qué tengo intención de probar? Quiero dedicar una entrada sobre eso, pero muy resumido: personalizar mínimamente los malos, hacer más duros a los jefes, y, tal vez, personalizar un poco a los héroes. Lo que no pienso hacer son tablas de encuentros, armas mágicas ni nada por el estilo. Para eso tengo el Warhammer Quest…

Como colofón de este tocho: ¿recomiendo el juego? Sí. ¿Para niños sólo o también para adultos? Incluso para adultos… aunque supongo que dependerá del adulto :P 

Ya os colgaré la lista de cambios que quiero probar… ;)

lunes, 26 de diciembre de 2011

Lego Heroica

De un tiempo a esta parte (el último añito, quizás), los señores de Lego se han adentrado en el fantástico mundo de los juegos de mesa. Juegos de mesa LEGO, por supuesto. El tablero, las fichas e incluso el dado tienes que fabricarlos tú… :P

He visto juegos de varias temáticas y tipos (el Laberinto del Minotauro, una especie de 3 en ralla, etc). Pero lo último que han sacado es la línea de Heroica: un D&D hecho con fichas de Lego, dirigido a los más pequeños de la casa (la edad objetivo es de 8 años para arriba).

Yo le he estado echando un vistazo y, la verdad, si algún día tengo un hijo/sobrino al que iniciar en el frikismo, empezaría con este tipo de cosas… :P

¿Qué de qué va? A ver si os suena el argumento, mis frikis lectores…

“Un grupo de héroes debe evitar que el Rey Goblin conquiste el Reino. Para ello, deberán adentrarse en lóguebros bosques y sombrías catacumbas; enfrentarse a hordas de goblins y gólems; y reunir los objetos mágicos que les darán la victoria sobre el Mal”.

Todo esto, con piezas de lego. Pociones, fichas, cascadas, rocas, etc. Con un mecanismo sencillo, y con una cosa que me ha encantado: interconectividad. De momento, hay sólo 4 localizaciones, pero es que puedes juntarlas todas y conseguir un tablero de juego mayor (e incrementar el tiempo de partida, de los 15 minutos de los más sencillos a algo más “decente” como Dungeon Crawler). Pero es que en el mapa que hay en su web, ya encuentras más posibles localizaciones para futuras ampliaciones. Y no podemos olvidar una cosa: son legos. Así que siempre se puede pillar una caja genérica y ampliar el tablero a tu gusto, con las piezas que tengas por casa o que recicles. Ya si sacaran una cajita con más malos para ampliar y que sea más difícil me conquistaban todavía más…

¿Las reglas? Fáciles de aprender, y sin demasiadas complicaciones. Tiras un dado (de Lego) y moverás el número de casillas que te salga. Si estás en combate, en el mismo dado tendrás escudos y calaveras, que te indicarán si has tenido éxito en el combate o no. Los malos no tienen puntos de vida; los héroes sí. Si te matan al héroe, se queda inconsciente unos turnos hasta que se recupera. Cada héroe tiene un arma propia, que hacen que haya que pensar con qué queremos jugar (y hay 5 héroes repartidos entre las diferentes cajas).

En principio no hay jugador “malo”. Todos los jugadores llevan un héroe y van matando a los malos cuando aparecen. Pero en el reglamento ya te viene explicado como jugar con un Dungeon Master, ampliando el número de jugadores en uno. Y además añade la famosa “regla de oro”: el juego es tuyo, modifícalo como quieras. Con lo que la vida útil del juego aumenta…

Yo, la verdad, es que a mis 32 añazos estoy muy tentado de pillarlo. Y si no lo hago, es básicamente por un motivo: tengo ya el Warhammer Quest (con todo pintado) y me regalan el Super Dungeon Explore para Navidades. Vamos, que un 3r juego de la misma temática no creo que lo necesite. Además de que no creo que yo sea el público objetivo de este juego… Pero se lo recomendé a una compañera de trabajo para su crío (de 8 años) y por lo visto le moló mucho… Tanto que después de fiestas me pasará una valoración del juego de primera mano ;)

Así que ya sabéis, padres/tíos/familiares frikis: si queréis iniciar a la nueva generación al frikismo miniaturil, esta puede ser una buena manera de hacer que le pique el gusanillo… ;)

jueves, 22 de diciembre de 2011

Música (así, en genérico...)


Hablemos de música, hoy… Yo, de siempre, he dividido la música en dos clases: me gusta y no me gusta. No suelo distinguir entre estilos y grupos, aunque obviamente tengo unos cuantos favoritos.

Y dentro de mi carpeta de “me gusta” particular, hay mucha variedad. Aunque todo tiene una característica principal: es todo música de antes de los 90. No es sólo la música con la que crecí; es que me he ido aficionando a música cada vez más antigua… ¿Lo último? Jazz de los años 40…

Y es aquí donde empiezo a divagar. ¿Por qué hay tan pocos grupos actuales que me gusten? Creo que puedo contar con los dedos de una mano los grupos/solistas actuales que me gustan. Mojinos, Paramore, Nightwish, Imelda May… y puede que alguno más. He intentado seguir a grupos que en principo me gustarían, pero… suelen recordarme a otros grupos antiguos, con lo que prefiero escuchar al “original” antes que a su versión del siglo XXI. ¿Jevi? Dadme Iron Maiden, el disco bueno de los Guns, AC/DC y cuatro clásicos más y tengo suficiente… ¿Pop? Creo que nunca he sido de escuchar pop… xD ¿Hard Rock? Van Halen, Kiss, Bon Jovi (en sus inicios)… Y del resto de música que me gusta escuchar es un poco “atemporal”, como pueden ser el Rat Pack o la música celta…

Así que me encuentro con que mis gustos musicales se van ampliando, pero no hacia delante si no hacia atrás. La música electrónica, el rap, el reggeaton, la “máquina”… toda esa música no me dice nada. Y diría que es la música que se escucha principalmente hoy en día… Eso, o pop para las masas. Bisbal, Bustamante o Bieber…

Como no puedo ir hacia delante, voy hacia atrás. Swing, Blues, Jazz… ¿Mi último descubrimiento? Que me gusta el bluegrass, un género norteamericano típico de ellos: banjos, praderas y escupideras de tabaco...

¿Es problema mío? ¿Me equivoqué de época al nacer, y yo debería haber nacido en los 50 americanos de las películas? ¿O, sencillamente, es que la música actual no es para mí?

Porque los grupos nuevos que escucho y me gustan suelen tener una característica: hacen música “de la de antes”. Imelda May y The Baseballs con su rockabilly. Michael Bublé y sus canciones típicas americanas. Hay excepciones a esto, pero no mucho. Nightwish con su jevi sinfónico fueron una novedad; Paramore es rock, a secas y mola.

Pero si busco novedades en los estilos que me gustan, me suenan a lo mismo de siempre. Y si busco estilos nuevos, no encuentro ninguno que me llame… xD

Creo que me tocará escuchar música de hombres muertos durante mucho tiempo… ^^U 

P.D.: Se aceptan sugerencias... 

lunes, 5 de diciembre de 2011

Pulp Fiction



En esta entrada quiero hacer algo que no suelo hacer para escribir las entradas: documentarme :_D

Pero, primero, vamos con la introducción…

La mayoría de gente que me conoce sabe que me gusta leer. Y mucho. La mayoría sabe que mis géneros favoritos son la Fantasía Épica y la Ciencia Ficción. Desde space operas a búsquedas del tesoro custodiadas por dragones. Sagas espaciales con malvadas razas alienígenas, o héroes buscando una espada legendaria… De Star Wars al Señor de los Anillos, pasando por todo el espectro: Fundación, Dragonlance, Terramar o el cyberpunk…

Pero lo que no sabe mucha gente es que me encanta el Pulp. ¿Qué es el pulp, os estaréis preguntando algunos de vosotros? Según la omnisciente wikipedia:

"Pulp" es la denominación popular estadounidense que se daba a cierto tipo de revistas populares especializadas en el relato y la historieta. Dichas revistas (Weird Tales, Amazing Stories y Black Mask fueron las más famosas) surgieron al finalizar el primer tercio del siglo XX. Se nutrían de historias policiales, o "de detectives" (suspense y thrillers), de ciencia ficción y fantasía, en especial la llamada "Espada y Brujería". Importantes autores del género macabro como H. P. Lovecraft, Robert Bloch, Clark Ashton Smith, Robert E. Howard, L. Ron Hubbard, entre otros, dieron sus primeros pasos en este tipo de revistas.

Debido a su bajo coste estas ediciones se hacían en papel "pulpa", papel rústico y amarillento que denota su origen como pulpa de celulosa (en español se llama "rústica") que hoy en día se sigue viendo en las ediciones de tapa blanda, o en pasquines de poca circulación y bajo precio.

En todo caso, las revistas pulp no sólo dieron a conocer a muchos de los más famosos escritores de géneros como el terror, la ciencia ficción, la fantasía heroica y la novela policíaca, sino que también fue el primer lugar de publicación de personajes literarios muy famosos. Era común que las revistas pulp utilizaran historias "seriales" es decir, series literarias que relatan las aventuras continuadas de un mismo personaje.”

Así que, en realidad, el pulp no es un único género, aunque sus personajes recurrentes tienen una serie de elementos en común. Entre otros: héroes muy heroicos, mujeres bellísimas, grandes peligros, aventuras sin fin…

¿Qué, esto os suena de algo? Tal vez si os comento algunos de los personajes que nacieron en aquella época y que, hoy día, son de público conocimiento, os sorprenda…

Así, a bote pronto, tenemos a Tarzán, rey de la Jungla. Un lord inglés criado por una gorila. Un hombre que creció entre gorilas, llegando a ser su líder (y para hacer eso, tienes que derrotar al antiguo líder en combate). Un caballero que aprendió a leer él solo, gracias a los libros de su padre. Que se afeita porque un hombre va afeitado, mientras que los monos tienen pelo. Que ha sido agente secreto del Gobierno francés, rey de una tribu africana y vete a saber que más.

Seguimos. ¿Conan, el cimmerio? ¿Os suena ese nombre? Antes de que Suache lo “interpretara”, antes de los cómics, muuucho antes de todas las novelas que completaban su vida, Conan nacía en las páginas de una revista pulp. El bárbaro que conquista la civilización, gracias a sus instintos. Se hizo rey por méritos propios, pero antes fue ladrón, pirata, soldado… Se enfrentó a numerosos peligros y sobrevivió a todos. Hoy en día, es el arquetipo del bárbaro semidesnudo, famoso por las ilustraciones de Frazzeta…

Hay más, hay más… Doc Savage, The Shadow, Buck Rogers, Jonh Carter de Marte, la saga de Pellucidar, Kull, Solomon Kane… Diferentes épocas, diferentes héroes, pero en realidad todos podrían ser las diferentes manifestaciones de un único personaje. Representan todo lo bueno que hay en los hombres (y, por la época en que estaban escritos, mucho me temo que me refiero sólo a los portadores de un cromosoma Y). Valor, arrojo, confianza ciega en sus posibilidades, luchadores de la justicia, pendencieros…

Pero estos fueron, sólo, los americanos. Aquí en España, en la época de la postguerra, surgieron también una serie de novelas que podemos considerar pulp (incluso por el tipo de papel). Novelas pequeñas, de “a duro” creo que las llamaban. Héroes de western (¿cómo olvidar a los “gigantes” de 6 pies y algo de ML Estefanía?), ciencia ficción e, incluso, héroes de las Artes Marciales. Todavía hoy en día se pueden encontrar en los mercadillos puestos para intercambiar estas novelas. Y todavía sigo leyéndolas, igual que cuando era crío…

Y es que la mayoría de historias pulp tienen “algo”. Tal vez no sean obras maestras de la literatura universal, pero cumplen con su cometido: entretener y hacerte olvidar, por un momento, la realidad para transportarte a otros mundos y lugares. Hacerte viajar, con el poder de la mente, a Hyboria, Marte o al Far West americano. Enfrentarte a los malvados con tus puños, sabiendo que ganarás porque tu causa es justa. Rescatar a la bella damisela en peligro. Y cabalgar hacia el ocaso sabiendo que mañana tendrás otra aventura esperando… 

De puente

Pues eso... que aunque tengo que currar lunes y miércoles, el resto de días son festivos y están muuuy liados. Con lo que puede ser que esta semana no haya entrada...

Pasadlo bien los que podáis!! :D

P.D.: Le copio la imagen a Ender Wiggins, de Sinergia sin Control... :D

jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Cambio de nombre?

Después de 6 meses y medio casi con el blog, creo que toca plantearse un cambio en el nombre. "Cuaderno de Bitácora" es demasiado genérico... Así que ando buscando uno nuevo, más "propio". Acepto sugerencias, por eso, aunque tengo dos posibles alternativas que me gustan:

- La Casa de Muñecas. Nombre del foro sobre quecos que administro. Igual de descriptivo aquí que en el foro, dado que la mayoría de mis post tratan sobre muñequitos (sean Transformers o miniaturas).

- La Posada del Fin de los Mundos. Nombre que recibe la posada del penúltimo arco de The Sandman, donde un americano medio sufre un accidente durante una tormenta y acaba en dicha posada. Allí, todos los presentes deben pagar su estancia contando una historia. Y algo parecido es lo que estoy haciendo aquí: escribir historias cotidianas, anécdotas en su mayoría, sin mayor importancia que hacerme pasar el rato al escribirlas y a vosotros al leerlas.

Así que se abre la vedad, señores y señoras. ¿Cuál prefieren? ¿Alguna otra posibilidad que no haya mencionado?

lunes, 28 de noviembre de 2011

Oreja-slayer: la Leyenda


Dejadme que hoy me ponga el pijama de juglar, y que me hunda en las marismas del tiempo para traer a la superficie la leyenda de la Oreja Slayer, un arma de poder, una espada cuyo poderoso filo ha ayudado a más de un héroe, un objeto imbuido de misterio… La poderosa Oreja-Slayer (Destructora de Ears, en hereje…). Esta es la historia de cómo semejante arma se ganó su nombre, y su lugar en las Sagas.

“Sabe, oh príncipe, que entre los años en los que los océanos anegaron Atlantis y las resplandecientes ciudades, y los años de aparición de los hijos de Aryas, hubo una edad no soñada en la que los brillantes reinos ocuparon la Tierra como el manto azul bajo las estrellas; en esa época, en esos reinos, un arma de poder fue forjada. En esa época, en esos reinos, creció su leyenda. Esta es la historia de la Oreja-Slayer, la espada Destructoras de oídos…

La Destructora es un arma antigua; numerosas referencias a su poder en batalla se pueden encontrar repartidas por todas las Sagas. Pero en ningún sitio se cuenta el origen de su nombre, los trágicos sucesos que acaecieron en un día destinado al recuerdo… 

Era un día de fiesta en el Reino. Dignos caballeros de todos los rincones se habían reunido para probar su temple y su valía. Algunos buscaban el favor de su dama; otros, destacar a ojos del Rey. Hasta allí llegó nuestro anónimo héroe, deseando probarse a sí mismo en el campo del honor. Colgaba de su cinto una basta tizona, una espada sin nombre ni historia; la había recogido de un antiguo campo de batalla, y a pesar de ser muy antigua, su filo se había conservado. 

Su humilde apariencia causaba sorpresa entre los allí reunidos; ¿quién era aquel joven, desprovisto de emblemas o colores, que osaba enfrentarse a la élite de los caballeros del Reino, a la flor y nata de la Caballería? 

Quiso el destino que su primer combate, sin haber tenido oportunidad de probar su nueva (¿o debería decir vieja?) espada, fuera contra uno de los mayores espadachines que allí se encontraban reunidos: el joven Caballero del Águila. Este, al ver quién era su contrincante, bufó despectivo. “Majestad”, dijo,” ¿se os han acabado los hombres que enviáis a enfrentaros a mi a simples niños? Para esto, podríais hacerme entrega del trofeo ya y evitarnos a todos las molestias.” Pero su Majestad era un hombre justo; había decretado que cualquiera podría participar en el torneo, y así se haría. 

El Caballero del Águila era un bravucón, pero su fama como hábil espadachín no era una falacia. Disponía de técnica y coraje, además de haber estudiado junto a grandes eruditos. Nuestro anónimo héroe, al contrario, no había tenido oportunidad de estudiar el Arte de la Esgrima, pero eso no implicaba que su vida había sido plácida; más al contrario, había tenido que defenderse con uñas y dientes durante toda su corta vida, y este torneo era la oportunidad de conseguir un poco de respeto para sí mismo. 

Rápidamente se inició el duelo. A las florituras del Caballero, nuestro anónimo héroe respondía como podía; sus paradas, aunque toscas, eran eficaces. Pero su joven brazo no estaba acostumbrado al peso de la espada. Pronto se encontró sudoroso, sin aliento, sin fuerzas para aprovechar los huecos que veía. El Caballero del Águila, viéndolo sin aliento, decidió que ya era hora de terminar con esta farsa. Encadenó una serie de ataques furibundos, destinados a romper la defensa de su adversario, además de su voluntad. Pero en esta serie de ataques dejaba (durante un brevísimo espacio de tiempo) una brecha en su defensa, dando vía libre hacia su protegida testa. 

Nuestro héroe, agotado, percibió esta brecha; pero, cansado como estaba, no podía siquiera osar pensar en llegar a aprovecharla. Pero no había llegado hasta allí para caer derrotado ante el primer enemigo que se le cruzara; así que, decidido a luchar hasta el final, se lanzó hacia delante, dispuesto a aprovecharse del hueco de su enemigo. En ese instante, como respondiendo al espíritu combativo de su poseedor, la espada vibró llena de energía; ahora era ligera, fácil de usar y más mortífera aún. 

Nuestro cansado héroe se dio cuenta del cambio ocurrido en su espada. Pero en vez de preocuparse sobre el por qué se había producido, decidió aprovecharse de ello. Rápidamente ideó una osada finta que, de funcionar, le proporcionaría franco acceso al casco de su enemigo. El Caballero del Águila no supo reaccionar; era una finta producto de la desesperación, y ningún maestro digno de ese nombre hubiera osado enseñarla. No contaba, por tanto, con ninguna defensa contra el fulgurante ataque del desconocido joven. El Rey y sus caballeros, atónitos, contemplaban lo que, sin duda, debía ser una locura. 

¿Qué estaba pasando? Nuestro anónimo héroe se había lanzado a fondo por la derecha; el Caballero del Águila intentó interceptar el ataque con la defensa programada, pero nadie podía prever lo que iba a pasar a continuación: el joven dejó caer su espada en el punto álgido de su ataque, justo antes de que fuera interceptada por la defensa de su adversario. Y antes de que pudiera recobrarse de la sorpresa, el joven la cogió al vuelo con la otra mano y atacó, hiriendo a su adversario que, sorprendido, cayó al suelo. Mientras sangraba copiosamente por la oreja, el Caballero del Águila tuvo que rendirse al desconocido joven. 

- Caballero, rendíos. Si no a mí, a mi espada Destructora de Orejas. A la Oreja-Slayer, que es la que me ha permitido venceros en noble liza.

En ese momento, la antigua espada consiguió su nombre, y sus hazañas comenzaron a ser recogidas en las Sagas… 

Y con el último rasgar del laúd, este juglar se despide de vosotros hasta la siguiente vez. 

P.D.: Basado en hechos reales ;)



lunes, 21 de noviembre de 2011

Ikea, ese mundo

¿Yo hablando del Ikea? Sí, va a ser que me hago mayor... Pero confiad en mí. Leeros toda la entrada, antes de iros indignados a dejarme comentarios hirientes o a despotricar de mí en otros foros y blogs... :_D

Al tema, que me lío. Llevo un par de días mirando la web de ikea (no, no pienso linkarla. Ya sabéis cuál es...), sobre todo la parte de "Salón". ¿Y sabéis qué? Ando "emocionado". Midiendo, mirando colores, combinaciones... Porque... ¿el negro-marrón de la serie Expedit será el mismo que el de la serie Mavas? ¿Las vitrinas de la serie Faktum encajarán bien con el resto? Y los cajones, no puedo olvidarme de ellos... ¿2 o 3? ¿En color blanco, que destaque? ¿O en otro tono más sobrio, para camuflarlos? Además de la pintura de la pared... ¿Mismas tonalidades para integrarlo todo, o colores opuestos para que destaquen?

El caso es que, tal vez, mis lectores aficionados al mundillo de las miniaturas reconozcan la sensación... ¿Mis marines quedarán bien si mezclo piezas de Ángeles Oscuros y Sangrientos? Si uso cabezas de Bárbaros del Caos con mis marines de estética monacal, ¿el cambio será muy brusco o el contraste les dará personalidad? ¿Y cómo pinto los detalles de las armaduras: con tonos neutros o busco contraste sobre la armadura?

Exacto; la sensación de estar creando algo propio en base a unas piezas prediseñadas es la misma que tengo (tenía) cuando creaba ejércitos de W40k. El escoger de la matriz las piezas que necesitaba para darle ese toque personal a cada individuo. El mezclar matrices de diferentes ejércitos (o juegos!!) para conseguir el aspecto que quería. El calentarme la cabeza buscando esquemas de color apropiados...

En definitiva, el hacer tuyo algo que es totalmente impersonal. Esa sensación de crear es muy agradable (y adictiva, como pueden asegurar los seguidores del Ikea o de los wargames). El problema, en ambos mundos, suele ser el mismo: el espacio y el precio... :P

martes, 15 de noviembre de 2011

Tardes de Otoño


Nota. Leer el post con esto de fondo

O mañanas, en este caso… 

Parece que por fin llegan las lluvias de otoño. Los días oscuros, el frío, el tiempo desapacible… En el curro tengo un ventanal enorme, que me permite deslumbrarme con el sol del verano, o disfrutar de la vista del cielo nublado y gris, de la lluvia cayendo. Y con días como este, lo que me apetece es escuchar música tranquila (estoy con los Sopa de Cabra ahora mismo), y relajarme. Son días que invitan a la reflexión, al descanso. Cuando estos días caen en fin de semana, son días de sofá y mantita, junto a tu pareja, sin nada que hacer, sin prisas… Sencillamente, días para disfrutar del Tiempo. 

Claro está que a mí, el que llueva no es algo que me moleste demasiado. Suelo ir sin paraguas (sólo es agua, como digo siempre) y sin prisas por la calle. Así que el “mal tiempo” no es que me obligue a quedarme en casa. Pero apetece. Será por mi tendencia a escuchar blues últimamente, por el cansancio que estoy acumulando (a ver si me pongo en forma de una vez!), o por la típica imagen de peli, con una chimenea de fondo… O, tal vez, que me hago mayor, que quiero hacer demasiadas cosas a la vez y que no tengo ya la energía de hace años, y utilizo estos días como excusas. Tal vez. 

O tal vez sea cosa del propio otoño; Deméter llora a su hija perdida, la naturaleza se muere, los días son más cortos… Puede que sea víctima de los tópicos. Puede que leer literatura del sXIX no ayude. Puede.

El caso es que, parece, que por fin el Otoño ha llegado… ¿Será para quedarse?


jueves, 10 de noviembre de 2011

¡Una y no más, Santo Tomás!


¿Qué se esconde bajo esta expresión popular? No, no voy a explicaros el origen de la expresión. Es, sencillamente, el título de esta entrada. ¿Y a cuento de qué, os estaréis preguntando? Dejadme que os explique…

Los que me conocéis en persona seguro que habéis notado que, de un tiempo a esta tarde, mi tripita ha pasado a tripa (y, según los días, tripota). Varios factores tienen la culpa de eso: nuevo curro (menos tiempo para el gym), cambios metabólicos, la cerveza,  la edad, etc. Pero hay un sospechoso principal en este caso: la bollería. Y es que, amigos míos, comerse una caña de chocolate y un café con leche cada día sienta muy bien, pero hay que acompañarlos de un extra de actividad física para poder quemar todo ese azúcar (y grasa) extra… ^^U

Así que en mi particular “Operación Bikini”, he decidido llevar a cabo una cura de desintoxicación paulatina. Como soy incapaz de quitarme del chocolate (soy un adicto, no me juzguéis!! >_<), he decidido reducirme la dosis a UNA CAÑA a la semana. Y de ahí el título de esta entrada… :P

De momento, he empezado esta semana. El lunes (mi día “chocolatero”, en principio) me comí una caña de chocolate. El resto de días, voy a base de bocadillos, más sanos en principio. En esta fase de la cura, me permito, no obstante, alternar los bocadillos con algo de bollería, pero sin chocolate. Un cruasán, un donut...

De todas maneras, esto sólo no eliminará mi tripa. Pero si la reduce a unos niveles aceptables, me doy por satisfecho. Además, voy a intentar acompañarlo con un incremento de la actividad física. Eso no quiere decir que me vaya a poner a hacer pesas como si no hubiera mañana. No, eso quiere decir que si hay escaleras las utilizaré preferentemente. Que pasearé más con mi perro. Que…

No os pienso poner fotos ni del ahora (para que no os riáis de mí) ni del después (para que no os enamoréis de mí). Pero sí que de tanto en tanto os iré contando cuanto tiempo aguanto sólo con una caña de chocolate a la semana… xD