No todo el mundo lee la Casa de Muñecas (¿por qué no? :( ), así que os cuelgo aquí la primera parte de la historia de Frank, ambientada en la ciudad de Malifaux...
Frank
era un tipo feliz. Cierto, la vida en Malifaux era dura, pero como
mínimo tenía la oportunidad de tener una vida; ya era mucho más de lo
que tenía en Londres, donde estaba a punto de ser desahuciado, sin
trabajo ni perspectivas de conseguir ninguno…
Además, en Malifaux había conocido a la dulce Lucy. Ella trabajaba como camarera en el bar donde se reunía con los muchachos al salir de la mina, y se enamoraron entre jarra y jarra de cervezas. Y dentro de poco nacería su pequeño. Lucy creía que sería niña, pero él estaba seguro de que sería un niño. Un pequeño Miller, fuerte como su padre. Seguro.
Unos sollozos, apenas audibles, le devolvieron a la realidad. ¿De dónde provenían? ¡Allí! Una niña pequeña estaba llorando en un rincón, apenas visible. Frank, apenado, se acercó a la cría.
- ¿Estás bien, pequeña?
La niña miró a Frank. Era pequeña, de unos 7 u 8 años a lo sumo. Los sollozos eran suyos, sin lugar a dudas: las lágrimas habían dibujado pequeñas carreras en su sucio rostro. Se la veía tan pequeña, tan desamparada… Frank sintió la necesidad absoluta de proteger a esa niña pequeña.
- ¿Caramelos? ¿Caramelos? – decía la pequeña, mientras ofrecía a Frank unos dulces. La pequeña debía vender esas golosinas como medio para sobrevivir. Frank tomó una decisión.
- Ven conmigo, Candy*. Te voy a llevar conmigo; voy a hacer que seas feliz. Serás una dulce hermanita para mi Junior, y seguro que Lucy también se alegrará. ¡Una pequeña familia feliz! – mientras decía todo esto, Frank se había agachado, y esperaba con los brazos abiertos a la pequeña Candy. - ¿No quieres venir conmigo?
- ¡Caramelos! – exclamó la niña, mientras corría hacia los brazos de su nuevo padre.
Ya con la niña en brazos, Frank siguió de camino a su casa, silbando feliz. Su pequeña familia tenía un nuevo miembro, y él no podía sentirse más contento. Aunque tal vez no lo fuera si hubiera visto el extraño brillo en los ojos de su pequeña Candy…
*N.d.T: Candy: caramelo, en inglés. Nombre dado por ser lo único que repite la niña.
Además, en Malifaux había conocido a la dulce Lucy. Ella trabajaba como camarera en el bar donde se reunía con los muchachos al salir de la mina, y se enamoraron entre jarra y jarra de cervezas. Y dentro de poco nacería su pequeño. Lucy creía que sería niña, pero él estaba seguro de que sería un niño. Un pequeño Miller, fuerte como su padre. Seguro.
Unos sollozos, apenas audibles, le devolvieron a la realidad. ¿De dónde provenían? ¡Allí! Una niña pequeña estaba llorando en un rincón, apenas visible. Frank, apenado, se acercó a la cría.
- ¿Estás bien, pequeña?
La niña miró a Frank. Era pequeña, de unos 7 u 8 años a lo sumo. Los sollozos eran suyos, sin lugar a dudas: las lágrimas habían dibujado pequeñas carreras en su sucio rostro. Se la veía tan pequeña, tan desamparada… Frank sintió la necesidad absoluta de proteger a esa niña pequeña.
- ¿Caramelos? ¿Caramelos? – decía la pequeña, mientras ofrecía a Frank unos dulces. La pequeña debía vender esas golosinas como medio para sobrevivir. Frank tomó una decisión.
- Ven conmigo, Candy*. Te voy a llevar conmigo; voy a hacer que seas feliz. Serás una dulce hermanita para mi Junior, y seguro que Lucy también se alegrará. ¡Una pequeña familia feliz! – mientras decía todo esto, Frank se había agachado, y esperaba con los brazos abiertos a la pequeña Candy. - ¿No quieres venir conmigo?
- ¡Caramelos! – exclamó la niña, mientras corría hacia los brazos de su nuevo padre.
Ya con la niña en brazos, Frank siguió de camino a su casa, silbando feliz. Su pequeña familia tenía un nuevo miembro, y él no podía sentirse más contento. Aunque tal vez no lo fuera si hubiera visto el extraño brillo en los ojos de su pequeña Candy…
*N.d.T: Candy: caramelo, en inglés. Nombre dado por ser lo único que repite la niña.
mássssssssssssssss quiero másssssssssssssssssssss no puedes escribir esto y dejarlo así... si es que hasta me he imaginado la cara de mala ostia de la candy y todo... y el niño se llamará baby kade? xDDDD y destripará ositossssss jijijijiji
ResponderEliminar¿Esto lo has traducido o eres tú el autor?
ResponderEliminarCosa mía... lo de "Nota del Traductor" es una coña interna, aprendida de los libros de Pratchett, donde tenías Notas del Editor, del Autor, del Traductor y no sé si alguna más... xD
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